Newton

“Maestro, sino vamos a trabajar en las esculturas, me vuelvo para Madrid. No puedo permitirme pasar aquí lo días viéndole firmar litografías”. Así se paralizó una relación de muchos años entre Salvador Dalí y nuestro fundador, Eduardo Capa.

En sus últimos años de vida, Dalí, tenía claro que quería dar a la ciudad de Madrid un último regalo. Para ello, hizo llamar de nuevo a don Eduardo. Con un dibujo en un papel volvieron a conectar para poder llevar a cabo la ejecución de la que fue la última escultura en vida del reconocido artista español. El genio español tenía claro lo que quería ejecutar y confió en Eduardo para convertirlo en realidad.

El 1986 se cerró el círculo con la instalación de la escultura “Newton” en la actual Plaza de Salvador Dalí, el cual pudo verla instalada antes de su fallecimiento.

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